No niego que me gustaría que todo fuera perfecto, pero me
quedo con la magia de las reconciliaciones, de las lágrimas caídas por su
hombro, de los brazos de apoyo, de los besos de después de la tempestad.
Tampoco digo que será
para siempre y aunque no sepa mucho de esta vida, aun sabiendo que me queda
mucho por vivir, muchos caminos por recorrer y muchas metas que alcanzar, si me gustaría que lo fuera.
y es que cada día estoy aprendiendo a quererle un poco mas.
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